Mindfulness

22.09.2020

El mindfulness, también llamado atención plena o conciencia plena, consiste en estar atento de manera intencional a lo que hacemos, sin juzgar, apegarse, o rechazar en alguna forma la experiencia.

Es una práctica basada en la meditación vipassana. Consiste en prestar atención desapasionada a los pensamientos, las emociones, las sensaciones corporales y al ambiente circundante, sin juzgar si son adecuados. La atención se enfoca en lo que se percibe, sin preocuparse por los problemas, por sus causas y consecuencias, ni buscar soluciones. 

Jon Kabat-Zinn diseñó un programa llamado Mindfulness-Based Stress Reduction - MBSR, - reducción del estrés basada en la atención plena- a partir del cual se difundió fuera de su contexto religioso original.

Origen del nombre 


Mindfulness es un antiguo sinónimo en inglés de attention. Estuvo en desuso hasta 1881, cuando un magistrado británico destinado en Ceilán llamado Thomas William Rhys Davids lo recuperó como traducción aproximada del concepto budista que en la lengua litúrgica pali se llama sati, «memoria del presente», que describe una de las siete facetas de la iluminación.2​

Casi un siglo más tarde, en la década de 1970 Jon Kabat-Zinn lo eligió para nombrar la meditación en su programa, con el objeto de salvar las reticencias existentes en ese tiempo hacia la mística oriental, dándole el significado actual: «conciencia que surge al prestar atención, con el propósito enfocado en el momento presente, y sin juzgar»

Aplicaciones

Existen distintas investigaciones que apoyan la práctica de la atención plena como método para la reducción del estrés, la ansiedad y la depresión, así como soporte para el tratamiento de distintos tipos de enfermedades.

El primer programa que incorporó el mindfulness como herramienta fue el Mindfulness-Based Stress Reduction (MBSR), -en español reducción del estrés basada en la atención plena-, creado por Jon Kabat-Zinn. Sobre la base de este programa se crearon otros, llamados Mindfulness-Based Interventions (MBIs), dirigidos hacia grupos más específicos,1​ como la Mindfulness-Based Cognitive Therapy (MBCT), -terapia cognitiva basada en la atención plena-, diseñada para pacientes con depresión mayor con alto riesgo de recaída y recurrencia.

Una de las aplicaciones del mindfulness se dirigió a preparar a los militares estadounidenses para minimizar los trastornos que sufren durante el combate y sus secuelas, como el trastorno por estrés postraumático, la ansiedad o la depresión. El Mindfulness-based Mind Fitness Training, MMFT, o M-fit -entrenamiento mental basado en mindfulness- se enseña a los militares durante las semanas previas a un despliegue. Se ha usado para entrenar a las tropas que participaron en las guerras de Afganistán e Irak.​

Si bien hay evidencia de que la terapia mindfulness tiene una efectividad mayor que la mera exposición a psicoeducación, relajación, imaginación, su eficacia es similar a la terapia cognitivo-conductual.

Desde su creación, el MBSR se ha aplicado tanto a personas sanas bajo estrés, como a pacientes con diversas enfermedades: artritis reumatoide, fibromialgia, cáncer, depresión, trastorno de estrés postraumático, esquizofrenia, etc. [cita requerida]

Se ha estudiado la posible influencia positiva del mindfulness, intentando correlacionarlo con biomarcadores, como varias interleucinas o neuropéptidos, tanto en población sana como afectada por enfermedades. Una de las líneas de investigación trata de demostrar que consigue mejorar los niveles en pacientes con tumores cancerígenos. Sin embargo, una revisión sistemática de la literatura previa, publicada en 2017, no logró correlacionar el descenso de esos marcadores con la práctica del mindfulness, ni en pacientes ni en población sana.